Los rayos UV solares son más fuertes entre las 10 de la mañana y las 4 de la tarde. Es recomendable evitar la exposición solar en las horas centrales del día.
El verano es la mejor época del año para los niños, llegan las vacaciones y los días de descansar, jugar en la playa o piscina. En esta temporada es fundamental cuidar la piel de toda la familia, y muy en especial la de los bebés y niños, ya que suelen ser más vulnerables a los riesgos ambientales que los adultos.
Los rayos ultravioleta (UV) son una forma invisible de radiación.Estos pueden causar lesiones en la piel, como insolaciones, durante cualquier estación del año y a cualquier temperatura, sin embargo en verano las probabilidades de sufrir quemaduras solares se incrementan.
Una prolongada exposición al sol no es saludable para la piel. Además, los rayos UV también pueden causar problemas en los ojos, manchas y cáncer de piel.
A continuación, algunos consejos sobre ciertos cuidados importantes a la hora de disfrutar del aire libre en verano.
Los protectores solares no son recomendables antes de los 6 meses de edad. Según especialistas, la piel de los bebés es muy sensible, por lo que los protectores solares se deben utilizar partir de los 6 meses de edad y aún en la sombra. En cuanto a los niños menores de 3 años, no deberían intencionalmente estar expuestos al sol y se aconseja cuidarlos con medios físicos, ya sea bajo la sombra de un toldo o sombrilla.
La ropa es la mejor defensa para proteger a los bebés del sol. Una buena vestimenta es primordial para el cuidado de la piel del bebé frente a la exposición solar. En lo posible se recomienda el uso de gorro y ropa de colores claros, ya que son los más adecuados para la calor. Además, los mejores tejidos a la hora de elegir las prendas son a base de algodón y lino, debido a su capacidad de absorber bien el sudor y mantener fresca la piel del menor.
Buena aplicación del protector solar y observaciones a tener en cuenta sobre su uso. Es importante aplicar el protector 30 minutos antes de la exposición solar sobre la piel seca y renovar al salir del agua. De igual manera, se debe volver a aplicar cada 2 o 3 horas incluso, en días nublados y ventosos.
No mezclar protector solar y repelentes. De ser necesario, el proceso correcto es aplicar el protector 30 minutos antes del repelente. No utilizar cosméticos o perfumes, sustancias o alimentos con colorantes antes de la exposición solar, podrían causar irritación o reacciones de hipersensibilidad.
Buena hidratación para evitar un posible golpe de calor. La exposición al sol y la calor generan deshidratación, por lo que se recomienda a los padres, mantener suficientemente hidratado al bebé, dándole de beber tanto líquido como sea necesario.